Sorpresa en el Hospital Borda. En un allanamiento descubren que murieron 46 pacientes en dos años.

En un allanamiento descubren que murieron 46 pacientes en dos años

Sorpresa en el Hospital Borda

La Justicia buscaba documentación en torno de la muerte de un joven, ocurrida tres años atrás en circunstancias poco claras. Y se encontró con otros 46 casos, de 2009 y 2010, que ahora se pondrán bajo la lupa. La causa está impulsada por la Procuvin y el CELS.

El allanamiento, que duró 18 horas, tuvo lugar el viernes 1º de noviembre en el Borda.

La Procuraduría contra la Violencia Institucional (Procuvin) y el CELS participaron de un allanamiento en el Hospital Borda por la muerte del paciente Matías Carbonell, ocurrida hace tres años, y se encontraron con un panorama desolador. Entre otras irregularidades, faltaban historias clínicas completas y los registros de los años 2009 y 2010 del servicio 14-22, donde estaba internado Carbonell, mientras que sí se halló información sobre él en un armario sin identificación en la guardia. Además, en el secuestro de documentos también se constató el registro de 46 personas fallecidas durante esos dos años, en una población de 800 pacientes, un número que supera los índices de muertos en cárceles.

El allanamiento, que duró 18 horas, tuvo lugar el viernes 1º de noviembre, pero recién trascendió ahora. La medida fue dispuesta por el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº 38 que investiga las causas que determinaron la muerte, en noviembre de 2010, de Carbonell, un joven de 24 años que se encontraba internado en el Borda desde diciembre de 2009.

“Se allanaron 14 dependencias del Hospital Borda y se revisó minuciosamente mucha documentación. El objetivo era hallar documentos sobre Carbonell para poder reconstruir su historia clínica, de la que habían hecho desaparecer registros muy importantes del año previo a su muerte. Estos documentos faltantes son importantísimos para la investigación penal y es muy grave lo acontecido, siendo más grave aún que no se haya investigado ni sancionado administrativamente a los responsables por el cuidado de esta documentación”, afirmó Roberto Cipriano García, coordinador del Area de Encierro de la Procuvin y partícipe del allanamiento.

También estuvieron presentes en el lugar la abogada Soledad Riveiro y la psicóloga Macarena Sabin Paz, pertenecientes al CELS, que acompaña a la familia como querella en la causa penal, al considerar que “esta muerte es un caso que evidencia graves violaciones de derechos humanos en una institución psiquiátrica”.

“El martes 19 de octubre de 2010, por la mañana, los enfermeros dijeron que lo habían encontrado descompensado y con insuficiencia respiratoria, por lo que le suministraron unas medidas de primeros auxilios y, por la gravedad del cuadro, lo trasladaron al Hospital Penna. Matías ingresó en estado de inconciencia, cianótico y febril, por lo que decidieron su inmediato ingreso a la unidad de terapia intensiva. Además, presentaba una serie de lesiones físicas observables, diagnosticadas como quemaduras de tipo B compatibles con pasaje de corriente eléctrica. Tras constatar el estado crítico del joven, los médicos del Penna realizaron una denuncia en sede policial. Luego de 24 días de internación, el 12 de noviembre, Matías falleció”, explicaron.

Además de la Procuraduría y el CELS, participaron del allanamiento la Fiscalía de Distrito de los barrios de Pompeya y Parque Patricios. Luego de notificada la orden de allanamiento y secuestro, también se hicieron presentes los abogados del hospital.

“Se corroboró la falta de historias clínicas completas o de los registros de los años 2009 y 2010 de las personas que habían estado internadas en el servicio 14-22. Además, había servicios cerrados con llave sin enfermero adentro, servicios abiertos pero con los pacientes solos y registros a nombre de Carbonell en un armario sin identificación alguna en la guardia, donde se atienden las urgencias, habiendo muerto hace tres años”, comentó Cipriano.

Sin embargo, antes de su paso por el servicio 14-22, Carbonell había estado internado en el servicio 25/B, de donde se lo habría sacado “por impulsar reclamos por los derechos de los pacientes”.

“La muerte de Matías se produjo en un contexto de malos tratos a los que se vio sometido, luego de atravesar varios servicios del Borda. Durante su paso por el servicio 25/B, Matías fue víctima de situaciones de violencia y hostigamiento por parte de los profesionales por ser impulsor de reclamos por los derechos de los pacientes, en el rol de delegado para el que había sido elegido por sus compañeros. Como castigo lo trasladaron en forma violenta al servicio 14-22, famoso por haber sido de los más duros en trato y condiciones de internación. Durante su paso por el 14-22 aumentaron los malos tratos, las respuestas represivas y el abandono sobre su salud”, contaron Riveiro y Sabin Paz.

Más allá de la investigación en cuestión, a raíz de la medida judicial se dio con otro dato alarmante: un elevado número de muertes en el hospital en 2009 y 2010. “En el secuestro de los documentos también se constató el registro de 46 personas fallecidas durante los años 2009 y 2010, en una población de aproximadamente 800 pacientes. Esto eleva los índices de fallecimiento incluso por sobre los de establecimientos penitenciarios”, reveló Cipriano.

En este sentido, el coordinador de Procuvin adelantó que examinarán estos expedientes. “Vamos a ver qué encontramos y de acuerdo con las conclusiones que saquemos se iniciarán las investigaciones que correspondan. Por otro lado, tenemos que averiguar si no existen ya causas abiertas que las estén investigando.”

Informe: María Julieta Rumi.

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Hernan Scorofitz

Sobre Artículo de Página/12 "Sorpresa en el Hospital Borda"

 

En carácter de trabajador y profesional del Hospital Borda, el artículo de Página/12 me ha generado una indignación, no solamente por el contenido de lo denunciado sino por el carácter que se le da, y por la cantidad de falsedades en que se incurre.


 

1) No es novedad para nadie que en el Hospital Borda muchos pacientes son víctimas en determinadas ocasiones de situaciones de abandono, que son propiedad exclusiva del Borda y los llamados neuropsiquiátricos y monovalentes sino de la red hospitalaria nacional como consecuencia del derrumbe de la salud pública en su conjunto. Esto desde luego no quita el grado de responsabilidad (ética profesional y hasta en algunos casos penal) que le caben a empleados y/o profesionales en sus tareas sanitarias en casos de decesos evitables y "abandono de personas". Pero insisto, esto incumbe a todo el sistema de salud pública en general.


 

2) Es absolutamente falso que el paciente Carbonell fue un referente delegado y castigado por elevar demandas de sus compañeros. Por razones de secreto profesional me abstengo de emitir opinión, pero les podría decir simplemente todo lo contrario, particularmente en lo que se referiría a la figura del paciente como "delegado" de sus compañeros. Carbonell estuvo internado en el Servicio 14/22 (de adicciones, el cual su área de internación fue cerrada en el año 2011 por la gestión macrista) a cargo del Lic. Roberto Capiello, psicólogo, de reconocida trayectoria por su honestidad y profesionalidad, y sobre todas las cosas enemigo de la "Corpo manicomial" de Médicos Municipales, además de promotor de la Ley 448. Esto curiosamente la nota de Página/12 lo omite. Al evaluarse un problema clínico, el Lic. Capiello ordenó una derivación urgente al Hospital Pena (ya que los servicios de Clínica Médica / Cirugía del Borda están desde hace años en un cuadro de extrema precariedad), donde el paciente Carbonell estuvo internado alrededor de 24 días y falleció en dicho nosocomio.

Es curioso que Página/12 no haya dedicado un espacio para el "descargo" y la aclaración de los Jefes de Servicios por donde informa que el paciente Carbonell estuvo internado: tanto del Lic. Capiello como de Gabriel Cavia (Psicólogo y Jefe de Sección del Servicio 25-B, además de actual Presidente de la Asociación de Profesionales del Borda).


 

3)En los últimos 14 días, el Hospital Borda fue objeto de dos allanamientos por parte de la Justicia Federal por el patrocinio del CELS tomando la causa Carbonell como "causa testigo" o "Leading case", donde se allanaron entre otros sectores del Hospital: Estadística, Farmacia, Archivo, además de haber tenido "demorado" al Vicedirector Alfonso Carofile en su propio despacho hasta las 4 de la madrugada en ambos casos. Si bien es inobjetable cualquier intervención judicial frente a sospechas de violación de derechos de pacientes, resulta llamativo que un organismo de pública cercanía con el Gobierno Nacional (todos saben que su Presidente Horacio Verbitsky reivindica a los cuatro vientos su adhesión al kirchnerismo)    

La orientación del Gobierno Nacional (que ya comenzó a allanarle el camino de cierre del Borda al macrismo trasladando de la noche a la mañana la Unidad 20 del Borda a Ezeiza) es a promover públicamente una homologación del Hospital con un "campo de concentración"; la estrategia judicial del CELS es armar una "Megacausa Borda" al igual que la "Megacausa ESMA" donde se plantee de cara a la opinión pública un cierre "políticamente correcto" del Borda. 

No es casual que ningún referente del Gobierno Nacional ni del kirchnerismo haya denunciado que todas las obras y refacciones que el la administración macrista viene realizando en el Planta Baja y los primeros dos pisos del Pabellón Central del Borda (con la instalación de WiFi incluido!!!) estén proyectados a mudar las oficinas y dependencias administrativas de dos ministerios del Gobierno de la Ciudad, las cuales hoy funcionan en el Edificio del Plata sito en el microcentro porteño, cuya venta fue votada por el kirchnerismo y el macrismo en la famosa madrugada del 2 de Noviembre del año pasado, bajo el manto del legendario Pacto PRO-IRSA-K.

    
4) La estrategia del Gobierno Nacional y de la Ciudad no es a transformar el Hospital Borda (que desde luego está plagado de miserias donde se entrecruzan las consecuencias del derrumbe general hospitalario con la persistencia de prácticas residuales manicomiales) sino a CERRARLO. Así lo establece el flamante Plan Nacional de Salud Mental, presentado en sociedad el último 8 de octubre, donde el cierre del conjunto de los monovalentes (como el Borda) está proyectado en plazos fijos: externación compulsiva del 30 % de los pacientes institucionalizados con 2 o más años de internación en el 2015, 60% en el 2017 y 100 % en el 2020. Claro está, si bien el Plan plantee dispositivos comunitarios como "recambio", lo que brilla por ausencia es un Plan Nacional de proyección de dichos dispositivos (ampliación y apertura de camas de internación en salud mental en Hospitales Generales, Casas de Medios Caminos, Residencias Protegidas, Hospitales de Día y Noche, Centros Comunitarios de Salud Mental) en todas las jurisdicciones del país y sobre todas las cosas en el (sub)sector público. La propia reglamentación de fines de mayo del artículo 27 de la Ley 26.657 homologa como "Hospital General" a los "establecimientos privados", (muchas clínicas psiquiátricas privadas reconvertidad en los últimos años en "comunidades terapéuticas", Fundaciones y ONGs); inclusive, el Plan Nacional de Salud Mental presentado por el antiabortista Ministro José Manzur y la referente del Kolina de Alicia Kirchner, Matilde Massa, contempla a los "dispositivos comunitarios" dentro del sector privado. 

Saquen sus conclusiones sobre quienes harán "su agosto" con el cierre "políticamente correcto" del Hospital Borda y todos los monovalentes de salud mental.


 

Saludos
 


Liliana Cobe

Estimado Hernán

Ante lo grave de la denuncia de las 46 muertes en dos años en el Borda, tomé la decisión de publicar el artículo en Facebook.

Al leer tu intervención diciendo que es una falsedad lo publicado, resolví sacarlo del Facebook, pero leyendote nada decís de si estas 46 muertes existieron o no.

Más allá del análisis del oportunismo político que hacés, te ruego me expliques si es cierto o no lo denunciado sobre las muertes, que para mi es lo fundamental de esta denuncia.

Espero tu respuesta ante la gravedad del caso.

Gracias, Liliana

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alf...@carlosgrande.com

A mi criterio impecable tu análisis.

Mas allá o mas acá de las mejores intenciones, los caminos del infierno abrevan en ellas.

En el encuentro de practicas comunitarias hablaré de estos temas.

Hecha la ley, hecha la trampa. Y porque no, la trampa es la ley. Y su reglamentación-

El kirchnerismo ha hecho religión de estado la creación del Absoluto Mal. Terrorismo de Estado. Manicomios. Absoluto mal que es Único Mal. De las prepagas, por ejemplo, nunca se habla.

De esa manera, deja impunes e incluso propicia otros males que son reciclados por la enorme maquinaria de lo privado prebendario del estado benefactor para algunos pocos.

abrazos

hernyescoro

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Liliana, gracias por la deferencia. Algunas aclaraciones:


 

1) Cuando hablo de "falsedad" no me refiero al número de decesos desde el 2009 que informa el artículo de Página/12 en base a la investigación del CELS (46 muertes) sino al presunto lugar de "delegado de internos" del paciente Carbonell, que falleció en el Hospital Pena (dato que el artículo de marras curiosamente omite).


 

2) Sería hablar por "boca de jarro" sobre las 46 muertes porque desconozco en particular cada caso e historia clínica que se está investigando en etapa de instrucción por la causa promovida por el CELS. 

Creo que lanzar un número total de decesos ya preestableciendo una presunta culpabilidad (en muchos casos penal, además de ética) en el aumento estadístico, en la tarea de los profesionales en términos genéricos, creo que es políticamente repudiable. En primera instancia, instala frente a la población una "demonización" del conjunto de trabajadores y profesionales de la salud mental que trabajamos en el Borda, igualando a los que desenvolvemos nuestras tareas de manera seria y honrada con los "chantas" (que "los hay" en todos lados, no solo en el Borda). Un efecto similar al que, por ejemplo, el Gobierno Nacional pretende instalar a TODOS los maquinistas del Sarmiento, o el Gobierno de la Ciudad con los delegados del subte: mostrarlos como "los malos" frente a la sociedad.

En esa instancia, el cierre del Borda no sería "tan malo".


 

3) Cabe destacarse también que por las lamentables particularidades asilares que tiene el Borda para muchos pacientes lamentablemente cronificados, hay una franja etaria importante de pacientes de edad avanzada, donde sería más valedero comparar la tasa de mortalidad con un gerontopsiquiátrico y no solo con un Hospital General. Además, creo que no se puede omitir que al contar los decesos desde el 2009, hay que incluir como dato el brote de la Gripe "A" que también se padeció en el Hospital, sumadio al corte de gas del 2011 que produjo muchos cuadros de hipotermia.


 

4) Sin lugar a dudas, muchas condiciones del Borda apestan. Como dije anteriormente, cuando se entremezclan los aspectos residuales de las prácticas manicomiales con el derrumbe literal de la salud pública y el Hospital Público en su conjunto, lo infrahumano se entromete en nuestro trabajo. Pero este telón "de fondo" (o no tan de fondo) no prevalece solo en el Borda sino en el conjunto de los hospitales públicos en estado de derrumbe.

Quienes me conocen saben que no defiendo "este" Hospital Borda sino que lo que defiendo son sus avances en particular y al Hospital Público en general (dejo acá una entrevista donde queda claro que es lo que defiendo  http://derrocandoaroca.wordpress.com/2013/09/15/el-hospital-borda-debe-ser-transformado-y-mejorado-no-desmantelado/ )

Las administraciones presuntamente enfrentadas (Macri-Gobierno Nacional) hoy actúan como dos pinzas de una misma tenaza sobre el Hospital: una, silenciosamente luego de caído "el Plan A" (represión con la Metropolitana el 26 de Abril), refaccionando el Pabellón Central para el traslado y mudanza de oficinas; la otra, instalando una campaña pública donde el Borda sería una mezcla del Penal de Olmos con el campo de concentración "La Perla", y particularmente quienes trabajamos allí una suerte de subrogados de "carceleros" y "torturadores", o en el mejor de los casos, "cómplices" de ese infierno.

Mejor omitir la actitud y arrogancia con el que a veces algunos muy jóvenes profesionales de la Defensoría General de la Nación nos vienen a entrevistar sobre historias clínicas de pacientes (que muchas veces devienen en quasi interrogatorios) donde hay que terminar explicándoles por qué siendo psicólogos contemplamos que un paciente con un cuadro determinado sea medicado (y no medicalizado) por algo llamado "alteraciones sensorioperceptivas" o "fenómenos elementales", que un paciente que escucha voces que dicen que "lo van a matar" no la pasa bien y por tener que acudir a la prescripción farmacológicas (como un recurso momentáneo más) uno no es una mezcla de Pinel con Ramón Camps. en fin...

Saludos