“¿Finalmente, CUANTOS PACIENTES QUEDAN EN EL BORDA?”

 

Esta fue la expresión exultante de un funcionario del gobierno PRO luego de lograr la aprobación de la venta del Edificio del Plata, paso determinante para financiar la construcción del Centro Cívico en los terrenos del Borda y avanzar en su vaciamiento final.

El gobierno de la Ciudad no habría obtenido esta victoria sin el voto del bloque K, ordenado desde la mismísima Casa Rosada y monitoreado por Kicillof y Bossio en el propio recinto.

(Levantaron su mano Naddeo, Ibarra y numerosos diputados K o aliados que desfilaron en su momento por el Hospital rasgándose las vestiduras con el planteo de “El Borda no se toca”).

El “premio” de este maridaje es un gigantesco negocio inmobiliario, lo que delata la base social que motiva a cada uno de estos agrupamientos. Según el diario La Nación (9.11.12) este pacto se viene anudando desde hace más de un mes.

Advertimos lo que iba a pasar desde Tribuna de Salud hace seis meses, a pesar del cacareo en defensa del Borda de todos estos personajes, anudados a la burocracia de la Asociación de Médicos Municipales y de UPCN, en primera fila. Y de la “línea” de ATE bajada por el Nono Frondizi llamando a confiar en ellos y preservar al gobierno nacional porque “todo lo que no golpea exclusivamente a Macri nos perjudica” (sic) y llevar el conflicto al plano judicial y legislativo, sin plan de lucha, algo reiterado que se repitió en el 2011 cuando fue cortado el gas del hospital (que hoy abastece solo a la mitad del hospital).

Sobre la base de esta política de gritar en un lugar y poner los huevos en otro, se trató de anestesiar a los trabajadores del Borda.

El mazazo actual sigue al proceso activo de desguace y tercerización de diversos servicios y tareas del hospital.  El servicio de clínica médica ha sido progresivamente vaciado hasta casi desaparecer ; el 31 a y el b , contienen la mitad de las camas que hace un año atrás, los servicios de cocina, mantenimiento y  lavandería son administrados por empresas privadas, con menor categorización y salarios para su trabajadores, esto solo por nombrar algunos ejemplos.

Situación similar es la que sufren el Frente de Artistas, donde funciona la radio Colifata, el Pan del Borda, y los Talleres Protegidos como el 19 (ubicados todos en el lugar que se planea levantar el Centro Cívico), donde ya el gobierno de la Ciudad ha dictado el desalojo e intentó hacerlo efectivo vía Policía Metropolitana dos veces. En ambos casos fue impedido por la ocupación de los trabajadores, pacientes y sectores de la comunidad.

Es un proceso de años,  cubierto por el manto de la Ley de Salud Mental, saludada en cadena nacional por la propia presidenta y que a través del discurso progresista de la “desmanicomialización” deja correr el cierre de las instituciones mentales y el traslado de pacientes a las llamadas “casas de medio camino”, que son en realidad clínicas privadas para aquellos que tienen obras sociales (como ya ha sucedido con los pacientes de PAMI). Así se ha provocado la expulsión de numerosos pacientes, sin saberse siquiera el paradero de algunos de ellos. La cara real de la “desmanicomialización” es la privatización de la salud.

            El proceso de resistencia lleva ya casi 5 meses, si se toma como punto de partida la histórica asamblea donde 400 trabajadores de base se pronunciaron por el “no al centro cívico”, derrotando a la burocracia sindical y a la dirección del hospital que, a través de un acta firmada, acataron la política de “intercambiar” el inicio de las obras de infraestructura necesarias a cambio de ceder hectáreas para la construcción del Centro Cívico.

Proponemos una enérgica campaña por una asamblea general que repudie el pacto y resuelva un paro con movilización en defensa del Borda y por su reconstrucción integral, convocando al resto de hospitales y centros de salud.

Para:

·expulsar al actual interventor privatista, y votar un comité de emergencia contra el desguace y pleno acceso a las cuentas del hospital,

·lograr el inmediato reingreso de pacientes externados del hospital a centros, y la restitución de camas correspondientes; así como la reapertura de los servicios vaciados, cerrados y compaginados unos juntos a otros.

·Impedir la expropiación ilegal de los terrenos del Borda, para construir el “Centro Cívico”.

·Desterrar la tercerización laboral, y arrancar el ingreso a planta permanente de aquellos que trabajan en el hospital.

Fernando Chaves

Tribuna de Salud